SANTO DOMINGO - Pocas personas decidieron no usar la mascarilla en la capital de la República Dominicana este jueves, en el primer día en el que su uso no es obligatorio en el país, tras casi dos años de uso continuado.
La gran mayoría de los usuarios del metro de Santo Domingo, de los trabajadores en edificios de oficinas o de los clientes de supermercados y de centros comerciales de la capital, tenía la mascarilla puesta en esta primera jornada sin restricciones.
La noche del miércoles, el presidente Luis Abinader anunció el levantamiento de todas las restricciones impuestas por la pandemia, en una decisión que tomó por sorpresa a todo el país.
A modo de ejemplo, Abinader acudió este jueves a un acto oficial en la Universidad Autónoma de Santo Domingo con la cara descubierta.
Abinader justificó el levantamiento de las restricciones por la mejoría de los indicadores de salud y por el "éxito" del programa de vacunación contra el COVID-19, que justo este miércoles cumplió un año, sin haber cumplido la meta de vacunar al 70% de la población adulta.
Hasta el momento, 5.8 millones de personas, cerca del 55% de la población del país, se han puesto dos dosis y 2.1 millones han recibido al menos una dosis de refuerzo, según las estadísticas oficiales, que no aclaran la edad de los vacunados.
A pesar de las reticencias a quitarse la mascarilla de los capitaleños en el transporte y lugares de trabajo, el uso de los cubrebocas cayó en desuso desde hace meses en los pueblos del interior del país.
También era muy poco frecuente el uso de mascarillas en los bares y locales de ocio nocturno de Santo Domingo, pese a las normas vigentes hasta el miércoles.
A pesar del levantamiento de las restricciones, el ministro de Salud Pública, Daniel Rivera, advirtió este jueves que esto no significa que la pandemia haya acabado.
República Dominicana contabiliza 570,889 contagios y 4,354 fallecimientos desde marzo de 2020, y acaba de controlar la quinta ola causada por la variante Ómicron del coronavirus.