Un proyecto de ley anunciado el jueves en la Legislatura de California permitiría que algunas enfermeras practicantes realicen abortos sin la supervisión de un médico, parte de un plan para prepararse para una posible afluencia de pacientes de otros estados si la Corte Suprema de los Estados Unidos permite que los estados prohíban o restrinjan severamente el aborto.
El líder del Senado estatal, Toni Atkins, demócrata de San Diego, dijo que el objetivo es aumentar la cantidad de trabajadores de la salud en California que pueden realizar abortos antes de un posible fallo de la Corte Suprema este verano.
“A medida que estados como Texas y otros comienzan a restringir más abortos, tiene sentido que las mujeres busquen otros lugares a donde ir. California será uno de esos estados”, dijo.
Las enfermeras practicantes no son médicos, pero tienen títulos avanzados y pueden brindar varios tratamientos. En 2013, California aprobó una ley que permite a las enfermeras practicantes, las enfermeras parteras certificadas y los asistentes médicos realizar abortos durante el primer trimestre del embarazo, pero solo si completaron una capacitación especial y estuvieron bajo la supervisión de un médico.
El proyecto de ley de Atkins cambiaría la ley al permitir que las enfermeras practicantes con la capacitación requerida realicen abortos en el primer trimestre sin la supervisión de un médico. California tiene alrededor de 30,000 enfermeras practicantes. Pero no está claro a cuántos más se les permitiría realizar abortos si este proyecto de ley se convierte en ley.
La Corte Suprema de Estados Unidos ahora tiene una mayoría conservadora después de que el expresidente Donald Trump hiciera tres nombramientos durante su mandato. Muchos estados liderados por conservadores han respondido aprobando nuevas restricciones al aborto, con la esperanza de que la corte las mantenga.
Texas tiene una ley que prohíbe casi todos los abortos en el estado, pero solo se puede hacer cumplir mediante demandas civiles. Los grupos de derechos del aborto han demandado para bloquear esa ley, pero la Corte Suprema de los Estados Unidos ha permitido que la ley permanezca en vigor mientras el caso está pendiente.
El año pasado, la corte escuchó argumentos sobre si se debe mantener una ley de Mississippi que prohíbe la mayoría de los abortos después de las 15 semanas de embarazo. Es probable que el tribunal no tome una decisión sobre ese caso hasta junio. Pero durante una audiencia sobre el caso, la mayoría de los jueces indicaron que probablemente respetarían la ley e incluso podrían anular Roe v. Wade, el fallo de la corte de 1973 que prohibió a los estados prohibir el aborto.
Si el tribunal anula o debilita significativamente el fallo de Roe, es probable que varios estados actúen rápidamente para prohibir o limitar severamente el acceso al aborto.
Pero California, liderada por demócratas que apoyan el derecho al aborto, haría lo contrario al aprobar leyes para aumentar el acceso al aborto. Eso podría incluir ayudar a las mujeres que viven en estados donde el aborto está prohibido o muy limitado viajar a California para recibir atención.
Una propuesta presentada el mes pasado potencialmente usaría el dinero de los contribuyentes para ayudar a las mujeres de otros estados a llegar a California pagando cosas como viajes, alojamiento, cuidado de niños y comida. Atkins dijo que el gobierno no podía pagar por todos, diciendo que el proyecto de ley crearía un fondo que también aceptaría donaciones privadas.
“Verá un proyecto de ley que trata de establecer un marco en el que podemos hacer eso y tomar dólares privados”, dijo Atkins.
Jonathan Keller, presidente y director ejecutivo del California Family Council, calificó el proyecto de ley de Atkins como “un trágico ejemplo de cómo los legisladores anteponen las cifras del aborto a la seguridad del aborto y anteponen la ideología a los pacientes”.
“Básicamente estamos tratando el aborto como ningún otro servicio de atención médica”, dijo. “No estamos enviando personas de estados pobres a California para recibir trasplantes de corazón”.
Un estudio de 2013 dirigido por la Universidad de California-San Francisco concluyó que los abortos del primer trimestre son "tan seguros cuando los realizan enfermeras practicantes capacitadas, asistencia médica y enfermeras parteras certificadas como cuando los realizan médicos".
“Cuando estamos dentro de nuestras áreas de capacitación, estamos absolutamente calificados para brindar la atención que brindamos”, dijo Patti Gurney, presidenta de la Asociación de Enfermeras Practicantes de California.
