Kivu del Norte, República Democrática del Congo .- La deforestación y la explotación desenfrenada de los recursos naturales en la enorme biodiversidad de la República Democrática del Congo podrían dejar a la humanidad más expuesta al próximo supervirus.
Si bien la atención del mundo está fija en COVID-19, los conservacionistas de la República Democrática del Congo piden una mayor protección ambiental no solo por el bien de la conservación, sino para minimizar los brotes futuros de enfermedades zoonóticas, que abundan en ecosistemas ricos como el Congo.
Los científicos creen que se estima que solo los mamíferos albergan al menos 320,000 virus no descubiertos, según un artículo de 2013 de la Sociedad Estadounidense de Microbiología.
La biodiversidad del Congo ya ha servido como plataforma de lanzamiento de nuevos virus mortales como el VIH y el Ébola, los cuales, como el SARS, West Nile y COVID-19, son de origen zoonótico.
Otros contenidos:
“El hecho [es] que la salud del medio ambiente y el desarrollo y expansión de estas terribles enfermedades están profundamente interrelacionados”, dice Emmanuel de Merode, Director del Parque Nacional Virunga, en el este del país. Añadió que "una parte sustancial de la investigación indica que la epidemia del Ébola, desde la inicial a mitad de los años 70, se originó en un área de gran deforestación".
"Las enfermedades son un problema muy importante en todo el mundo pero particularmente aquí, vivimos con la crisis del COVID en este momento, hemos tenido que convivir con otras enfermedades previamente, con el Ébola, que afectó a toda la región".