Líbano

Explosión en Beirut: se desata crisis en el gobierno y termina búsqueda de sobrevivientes

Telemundo

BEIRUT, Líbano — La tragedia causada por una potente explosión en Beirut podría empeorar después de que las autoridades locales informaran que hay poca esperanza de encontrar sobrevivientes bajo los escombros.

A cinco días de la fatal explosión, se reportaban más de 160 muertos y unos 6,000 heridos. El Ejército libanés dio por concluida la primera fase de las labores de búsqueda y rescate, sin que los equipos locales e internacionales hayan hallado supervivientes, lo cual será menos probable a partir de este momento.

Los ministros de Información y Medio Ambiente renunciaron a sus cargos este domingo en medio de indicios de que el asediado gobierno podría estarse desmoronando tras el devastador estallido en la capital. Su dimisión se da solo días después de que la explosión en un almacén del puerto de Beirut en el que había 3,000 toneladas de nitrato de amonio desde 2014 sin las debidas medidas de seguridad, aunque todavía se desconoce qué provocó su detonación.

Líderes mundiales y organizaciones internacionales se comprometieron a destinar casi 300 millones de dólares en ayuda humanitaria de emergencia a Beirut tras una devastadora explosion, pero advirtieron el domingo que el dinero para la reconstrucción de la capital no estará disponible hasta que las autoridades libanesas se comprometan a promulgar las reformas políticas y económicas que exige el pueblo.

La indignación se volvió a apoderar de los ciudadanos que salieron a protestar por las calles de Beirut, un día después de que los manifestantes asaltaran las sedes de varios ministerios y se enfrentaran con la Policía, con un saldo de 250 heridos y un agente fallecido.

Este domingo, las fuerzas de seguridad y los manifestantes se arrojaron gases lacrimógenos, piedras y material incendiario en los alrededores del Parlamento, en el centro de la capital libanesa.

Mira las imágenes que fueron divulgadas recientemente.

El desastre elevó la furia popular a un nuevo nivel en un país que trataba de recuperarse de una crisis económica y financiera sin precedentes y que está al borde de la bancarrota. La clase dirigente, compuesta en su mayoría por antiguos líderes de la época de la guerra civil, es responsabilizada por la corrupción generalizada, la incompetencia y la mala gestión que contribuyeron a la explosión del martes.

“Renuncien o a la horca”, decía una pancarta sostenida por manifestantes, que también planeaban realizar un funeral simbólico por los muertos. También se instalaron sogas a lo largo de los puentes exteriores al puerto.

Uno de los asistentes, Khodr Ghadir, de 23 años, dijo que la soga era un símbolo de advertencia para todos los que han estado en el poder durante los últimos 30 años. “Lo que pasó fue una chispa para que la gente volviera a las calles”, declaró.

La descomunal explosión del martes 4 de agosto en el puerto cambió por completo la configuración de la ciudad, como lo muestran imágenes de satélite tomadas antes y después del desastre.

En un cartel se leían los nombres de los muertos, sobre una foto de la enorme nube en forma de hongo que causó la explosión. “Estamos aquí por ustedes”, agregó.

En un discurso televisado el sábado por la noche, el primer ministro Hassan Diab dijo que la única solución era celebrar elecciones anticipadas, que planeaba proponer en un proyecto de ley. Hizo un llamado a todos los partidos políticos para que dejen de lado sus desacuerdos y dijo que estaba dispuesto a permanecer en el cargo durante dos meses para dar tiempo a los políticos para trabajar en reformas estructurales.

Sin embargo, parecía poco probable que la oferta calme la creciente furia en las calles.

Ataya Rahme vive en la capital del Líbano y habló con Un Nuevo Día sobre la situación en la ciudad tras la explosión del 4 de agosto. Para ver más de Telemundo, visita now.telemundo.com

En el centro de Beirut, algunos manifestantes arrojaron piedras a las fuerzas de seguridad que respondieron con fuertes gases lacrimógenos. Cerca del Parlamento, los manifestantes intentaron saltar las barreras que cerraban las calles hacia la legislatura. Posteriormente, los manifestantes prendieron fuego a un camión que era parte de la operación para erigir barreras en un camino que conduce al Parlamento.

Al menos 142 personas resultaron heridas en los enfrentamientos y 32 de ellas tuvieron que ser trasladadas al hospital, según la Cruz Roja. Se vio a varios manifestantes, con sangre corriendo por sus rostros, mientras eran llevados a otro sitio para recibir atención. En cierto momento se escucharon disparos, pero no fue posible saber su origen.

En el distrito capitalino de Achrafieh, varios manifestantes, entre ellos oficiales del ejército retirados, irrumpieron en el edificio del Ministerio de Relaciones Exteriores y prometieron convertirlo en la sede de la “revolución”.

Salió a la luz otro impactante video, en momentos en que el Gobierno libanés decretó el estado de emergencia durante quince días en Beirut, que estará bajo control militar tras la explosión del martes de un almacén en el puerto que causó más de un centenar de muertos y 5,000 heridos.

El oficial retirado del ejército Sami Ramah leyó una declaración sobre la escalinata del ministerio. “Esta autoridad debe dimitir”, dijo Ramah. Algunos manifestantes entraron al edificio y quemaron algunos documentos.

La protesta ocurrió luego de que altos funcionarios de Medio Oriente y Europa llegaron al país en una muestra de solidaridad con el país.

En una muestra de la furia de la gente, el presidente del opositor partido cristiano Kataeb dijo que sus tres legisladores han decidido renunciar al Parlamento por la tragedia, que calificó de “desastre”. Sami Gemayel pidió a cada miembro “honorable” del Parlamento que renuncie y trabaje por el “nacimiento de un nuevo Líbano”.

El hombre pasó 16 horas bajo los escombros hasta que rescatistas lograron hallarlo este miércoles en la capital del Líbano.

En la tragedia también murieron 43 sirios, dijo la embajada del país en Beirut. Líbano es el hogar de alrededor de 1 millón de refugiados sirios.

El Ministerio de Relaciones Exteriores holandés dijo el sábado que Hedwig Waltmans-Molier, la esposa del embajador de Holanda en Líbano, también falleció.

La explosión coincidió con la peor crisis económica y financiera en décadas en el país, lo que dificulta que muchos puedan reparar dañadas propiedades.

Documentos que se dieron a conocer tras la explosión muestran que durante años las autoridades advirtieron que la presencia de 2,750 toneladas de nitrato de amonio en el puerto suponía un enorme peligro, pero nadie actuó para retirarlas. Las autoridades se han estado culpando unos a otros desde la explosión, y 19 personas han sido detenidas, entre ellas los directores del puerto, de la agencia aduanera y su predecesor.

La jornada de protestas ha dejado más de un centenar de heridos en enfrentamientos entre manifestantes y Policía.

“Respaldaremos a Líbano por todos los medios posibles”, dijo a reporteros Ahmed Aboul Gheit, secretario general de la Liga Árabe, que agrupa a 22 naciones, tras reunirse el sábado con el presidente Michel Aoun.

También el sábado, llegó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; mientras que el vicepresidente y el canciller turcos se reunieron con Aoun, diciendo que Ankara estaba lista para ayudar a reconstruir el puerto de Beirut y evacuar a algunos de los heridos a Turquía para que reciban tratamiento.

En el lugar de la explosión, en el puerto de Beirut, los rescatistas seguían buscando a decenas de personas que siguen desaparecidas desde el martes. También se pudo ver bulldozers moviendo escombros cerca del enorme almacén de grano que sigue parcialmente en pie.

La ayuda internacional lleva días llegando a Líbano y se han instalado hospitales de campaña en la capital para ayudar a tratar a los heridos.

El presidente Donald Trump dijo el viernes que habló por teléfono con Aoun y con el presidente francés Emmanuel Macron, quien realizó una visita breve a Líbano el jueves. Trump señaló que se estaban enviando suministros médicos, alimentos y agua desde Estados Unidos, junto con socorristas, técnicos, médicos y enfermeras.

El nitrato de amonio, un producto muy explosivo empleado en fertilizantes, estaba en el puerto desde que fue confiscado años antes del barco MV Rhosus, confiscado en Beirut en 2013 cuando entró en el puerto. Procedía del país de Georgia y su destino era Mozambique.

En 2014, el material se sacó del barco y fue colocado en un almacén en el puerto donde permaneció hasta la explosión.

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