Tráfico de armas

Caso “Rápido y Furioso”: México acusa a siete, entre ellos al Chapo Guzmán

Tanto el ex líder del Cártel de Sinaloa como dos ex funcionarios ya están presos.

GETTY IMAGES

CIUDAD DE MÉXICO — Fiscales mexicanos anunciaron que acusaron a siete personas, incluidos ex altos funcionarios, en el escándalo de tráfico de armas conocido como “Rápido y Furioso”.

La muerte del agente fronterizo Brian Terry en diciembre de 2010 dejó expuesta la fallida investigación “Rápido y Furioso”, en la que agentes del Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF por sus siglas en inglés) permitieron a delincuentes comprar armas de fuego con la intención de que las autoridades las rastrearan.

Pero la agencia le perdió la pista a la mayoría de las armas, incluidas dos que fueron encontradas en el lugar donde Terry fue asesinado en el sur de Arizona. El gobierno estadounidense ha actuado con fuerza para procesar a los implicados en el homicidio del agente.

México dice que grupos de narcotraficantes y exfuncionarios también participaron en el tráfico de armas, o no lograron impedirlo en el caso de estos últimos.

La Fiscalía General de la República indicó el domingo que presentó cargos de tráfico de armas contra siete personas en el caso que se remonta a hace más de una década, entre ellas el ex secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna y el otrora capo del narcotráfico Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Y aunque México acusó a Guzmán Loera en el caso de tráfico de armas, pero éste ya cumple una condena a prisión perpetua en Colorado.

El canciller mexicano Marcelo Ebrard detalla el contenido.

García Luna fue arrestado en Texas en 2019 y enfrenta un juicio en Estados Unidos por presuntamente proteger a un cártel narcotraficante. México ha solicitado su extradición para que enfrente cargos de enriquecimiento ilícito.

El ex funcionario se desempeñó como secretario de Seguridad Pública durante el gobierno del presidente Felipe Calderón, de 2006 a 2012, y encabezaba la lucha del gobierno contra el crimen organizado.

Otro funcionario que también ya fue acusado es Luis Cárdenas Palomino, exdirector de Seguridad Regional de la Policía Federal, considerado la mano derecha de García Luna. México ya arrestó a Cárdenas Palomino bajo cargos de tortura, y fiscales de Estados Unidos lo han acusado por separado de aceptar sobornos del Cártel de Sinaloa por millones de dólares.

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