HANFORD, California — Los fiscales del centro de California retiraron el lunes un cargo de asesinato contra una mujer en relación con el nacimiento prematuro y la muerte de su hijo por causa del consumo de drogas.
La decisión de la oficina del fiscal de distrito del condado Kings de desestimar los cargos contra Adora Pérez fue una “victoria para la justicia y el estado de derecho”, dijo el fiscal general de California, Rob Bonta, en un comunicado.
Pérez dio a luz a un bebé que nació sin vida el 31 de diciembre del 2017 en un hospital en el Valle de San Joaquín. Pérez reconoció que había consumido metanfetamina durante el embarazo, dijeron las autoridades.
Pérez fue acusada bajo la ley de asesinato de California, que fue enmendada en 1970 para incluir la muerte de un feto. En el 2018, no refutó el homicidio involuntario y se desestimó el cargo de asesinato.
Sin embargo, en enero, Bonta emitió una interpretación legal que decía que la ley de asesinato fetal solo tenía la intención de criminalizar la violencia ejercida contra las mujeres embarazadas que resultara en la muerte del feto, no a las mujeres mismas.
De lo contrario, las mujeres adictas podrían evitar los servicios de atención médica por temor a que su abuso de sustancias pueda conducir a un proceso penal, dijo.
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En marzo, un juez anuló la condena de Pérez y la sentencia de 11 años de prisión, diciendo que la ley de homicidio voluntario de California no se aplica a los no nacidos. El cargo original de asesinato fue restablecido para que Pérez, que había pasado cuatro años en prisión, pudiera argumentar el cargo en la corte.
Bonta aplaudió a la oficina del fiscal por abandonar el caso.
“Sufrir un aborto espontáneo o un mortinato puede ser profundamente personal y traumático. Se lo debemos a todos los californianos para garantizar que el dolor de la pérdida no se vea agravado por la violación de la privacidad y el enjuiciamiento injusto”, dijo Bonta en su declaración. “La ley de California es clara: no criminalizamos a las personas por la pérdida de un embarazo”.
El año pasado, un juez desestimó un cargo de asesinato contra otra mujer del condado de Kings, Chelsea Becker, quien dio a luz a un niño muerto después de consumir metanfetamina.
