Miles de presos en California fueron liberados la noche del lunes tras una orden emitida por el Consejo Judicial del estado el pasado 6 de abril.
Le medida es un intento de reducir el riesgo de propagación de COVID-19 en las prisiones. Según autoridades, las personas acusadas de delitos menores y delitos graves de nivel inferior fueron liberadas. Sin embargo, algunas agencias del norte de California están en desacuerdo con la regla.
La orden de emergencia no incluye a personas acusadas de DUI, violencia doméstica, delitos sexuales y otros delitos graves, según el Consejo Judicial de California.
Por su parte, la Oficina del Alguacil del Condado San Joaquín, informó que, en menos de una semana, su personal tuvo que revisar más de 900 casos para determinar quién cumple con los criterios establecidos por la Orden del Consejo Judicial para ser liberado.
El recluso firmará una "Promesa de comparecer" al momento de la liberación y se programará una nueva fecha de corte en los próximos 90-120 días, dijo la oficina del alguacil.
También, agregaron que no están de acuerdo con esta medida ya que hasta los momentos, no se han confirmado casos de COVID-19 en la Prisión del Condado San Joaquín y que la decisión, pone en riesgo la seguridad y la salud pública.
"Liberar a personas con enfermedades mentales o personas sin hogar a la comunidad sin la planificación y los servicios adecuados puede hacer que algunos no puedan o no quieran cumplir con la orden de quedarse en casa. Las personas liberadas pueden cometer nuevos delitos o violar los términos de la liberación, volviendo así a la custodia después de estar potencialmente expuestos a COVID-19 e introduciendo el virus en la cárcel. En resumen, esta orden puede poner en riesgo el extenso examen y otros esfuerzos que hemos realizado para mantener nuestra cárcel libre de este virus”, informaron las autoridades en un comunicado oficial.
Actualmente hay más de 1,200 reclusos en la prisión del Condado San Joaquín y se les ordenaron liberar a más de 60 en la comunidad.
