Tres empleadas de la escuela Guiding Hands enfrentan cargos de homicidio involuntario en relación con la muerte en un estudiante con necesidades especiales, dijeron funcionarios el martes.
Se trata de Cindy Keller, quien era la directora ejecutiva de la escuela y administradora del sitio; Staranne Meyers, la directora de la escuela; y Kimberly Wohlwend, una maestra acreditada de educación especial, acusadas de homicidio involuntario en relación con la muerte de Max Benson un niño con autismo de 13 años en noviembre del 2018.
Según la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de El Dorado, Guiding Hands School, también será acusada de un cargo de homicidio involuntario.
Max murió después de ser retenido en la escuela el 28 de noviembre de 2018; Wohlwend habría sido la empleada que sujetó al niño boca abajo, dijo la oficina del fiscal de distrito.
Según la demanda, Max estuvo retenido durante casi dos horas. La demanda dijo que el personal no prestó la asistencia médica adecuada cuando el adolescente comenzó a mostrar signos de angustia.
Según un informe de 2018 del Departamento de Educación de California, el personal de la escuela usó "una cantidad de fuerza que no es razonable y necesaria bajo las circunstancias" y que "la intervención de emergencia se usó por más tiempo del necesario".
El pasado diciembre, el departamento de educación del estado suspendió la certificación de Guiding Hands School, Inc., y la escuela luego cerró.
