El presidente Joe Biden vetó una resolución del Congreso que revertía un reglamento sobre agua limpia porque, a juicio del mandatario, habría tenido un impacto negativo en la agricultura.
Los republicanos, y algunos demócratas, se enfocaron en una regla de la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) que protege a miles de pequeños arroyos, humedales y otras vías fluviales, calificándola como una extralimitación ambiental que perjudica a las empresas, los desarrolladores y los agricultores.
Es la segunda vez que Biden utiliza su poder de veto para revertir una iniciativa aprobada en el Congreso, cuya Cámara Baja está controlada por la oposición republicana desde el pasado enero.
"Permítanme ser claro: todos los estadounidenses tienen derecho al agua limpia. Este veto protege ese derecho", afirmó el mandatario en redes sociales, donde publicó una fotografía con la firma del veto.
En una notificación enviada a la Cámara de Representantes, Biden reivindicó que la reglamentación que los legisladores querían revertir establece "reglas claras" para proteger la calidad del agua en proyectos de infraestructura, actividades agrícolas e inversiones.
Por ello, el mandatario argumentó que tuvo que vetar la iniciativa del Congreso porque generaría "incertidumbre" al dejar a los estadounidenses sin una "definición clara" sobre el agua.
Biden opinó que era "una amenaza al crecimiento económico", porque afectaría a las comunidades asentadas en ríos y arroyos, así como al sector agrícola.
La iniciativa vetada por el presidente fue aprobada por la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, y por el Senado, donde cuatro senadores demócratas se sumaron a la oposición.
Sus impulsores argumentan que el veto de Biden es una extralimitación de poder y crea una excesiva burocracia para la industria y la agricultura.
La primera vez que Biden vetó una ley del Congreso fue el pasado 20 de marzo, cuando bloqueó el intento de los republicanos de revocar una norma sobre inversiones de los fondos de pensiones.
