La labor de Helen Córdova durante la pandemia la ha convertido en poco más que una heroína, por su dedicación en el cuidado de los pacientes.
Córdova cree que el título de heroína le queda grande. Sin embargo, es una manera de California a una persona que se ha arriesgado su vida y la de su familia al frente de la batalla contra el covid-19, velando por los pacientes en la sala de cuidados intensivos.
“Es algo grande de pensar y pues, el nivel y el peso que carga esa palabra es grande”, destaca Córdova.
Esa labor la llevó a formar parte de la historia, al ser la primera persona en recibir la vacuna contra el COVID-19 en Los Ángeles
“Es un honor me siento agradecida de poder ser parte de este momento tan histórico, orgullosa de ser latina y poder representar a nuestra comunidad”, cuenta Córdova.
Al principio, sin embargo, tenía sus dudas sobre si debía inmunizarse. Pero se informó, habló con expertos y confió en la ciencia.
“Yo tenía ese temor. Yo decía: ‘no, a mi no’”, señala la enfermera. “Y empezó a salir información y empecé a cambiar de pensar”.
California
En su labor junto a pacientes cuyas vidas penden de un hilo, Córdova reitera lo peligroso y mortal que es el covid-19.
“Hemos visto bastante gente morir. Gente latinoamericana perder su vida. Y lo más triste, han estado muriendo solos”.
Pero confía que estamos más cerca de poner freno a los estragos de la pandemia, por medio de la inmunización y las precauciones de higiene y aislamiento.
“La luz está allí, la esperanza está ahí nomás un poquito más de paciencia y juntos vamos a poder combatir este virus”, dice Córdova.
Córdova tiene la segunda dosis de la vacuna el 4 de enero. Hasta ahora, dice la enfermera, el único efecto secundario que ha sentido es un dolor en el lugar del pinchazo. Pero, del resto, dice sentirse bien.
