CALIFORNIA - El presidente Joe Biden realizó su primera gira por el área occidental del país, desde que asumió la presidencia, para atacar el tema de los incendios forestales que arden en toda la región, mismo que usó como un argumento para sus planes de reconstrucción de $ 3.5 billones.
"No podemos ignorar la realidad de que estos incendios forestales están siendo sobrealimentados por el cambio climático", dijo Biden, y señaló que el clima catastrófico no golpea basado en la ideología partidista. “No se trata de estados rojos o azules. Se trata de incendios. Solo fuegos”.
Con paradas en Idaho y California, Biden buscó impulsar el apoyo para sus grandes planes de reconstrucción, diciendo que cada dólar gastado en "resiliencia" ahorraría $ 6 en costos futuros. Y dijo que la reconstrucción debe ir más allá de simplemente restaurar los sistemas dañados y, en cambio, garantizar que las comunidades puedan resistir tales crisis.
“Estos incendios están parpadeando en 'código rojo' a nuestra nación. Están ganando frecuencia y ferocidad ", dijo Biden después de concluir un recorrido aéreo por el Incendio Caldor que amenazaba a las comunidades alrededor del lago Tahoe.
"Sabemos lo que tenemos que hacer”, dijo el presidente.
La gira occidental de dos días del presidente llega en una coyuntura crítica para un pilar central de su agenda legislativa. Los legisladores del Capitolio están trabajando para reunir detalles del plan de infraestructura y cómo pagarlo, una preocupación no solo para los republicanos.
California
Un senador demócrata clave dijo el domingo que no votará por un paquete tan grande.
En California, Biden realizó un recorrido aéreo por la zona carbonizada por el Incendio Caldor después de recibir un informe de los funcionarios de la oficina de servicios de emergencia del estado.
El gobernador Gavin Newsom, quien se enfrenta a una votación revocatoria el martes, se unió a Biden para la sesión informativa.
Newsom bromeó diciendo que el centro de emergencia se había convertido en su oficina porque la temporada de incendios "simplemente ha continuado", mientras amplificaba el mensaje de Biden.
“Este ha sido un año y medio difícil”, dijo Newsom.
Durante una sesión informativa anterior en Boise en el Centro Nacional Inter agencial de Bomberos, que coordina la respuesta del gobierno a los incendios forestales, Biden señaló que los incendios forestales comienzan antes cada año y que este año han quemado 5.4 millones de acres. "Eso es más grande que todo el estado de Nueva Jersey", dijo Biden.
"La realidad es que tenemos un problema de calentamiento global, un grave problema de calentamiento global, y es consecuente, y lo que va a pasar es que las cosas no van a volver", dijo.
Biden, quien visita Denver el martes antes de regresar a Washington, tenía como objetivo vincular la creciente frecuencia de incendios forestales, sequías, inundaciones y otros eventos climáticos extremos con lo que él y los científicos dicen que es una necesidad de invertir miles de millones en la lucha contra el cambio climático, junto con una enorme expansión de la red de seguridad social de la nación.
El presidente abogó por gastar ahora para que los efectos futuros del cambio climático sean menos costosos, como lo hizo durante las paradas recientes en Luisiana, Nueva York y Nueva Jersey, todos estados que sufrieron millones de dólares en inundaciones y otros daños y decenas de muertes después del Huracán Ida.
Biden también elogió a los bomberos por los riesgos mortales que corren y discutió el uso reciente por parte de la administración de una ley en tiempos de guerra para aumentar el suministro de mangueras contra incendios del proveedor principal del Servicio Forestal de EE. UU., Una organización sin fines de lucro de la ciudad de Oklahoma llamada “New View Oklahoma”.
En Idaho, de color rojo intenso, varios grupos opuestos aprovecharon la visita de Biden como una forma de mostrar resistencia a su administración.
Los candidatos a gobernador del Partido Republicano, una organización antivacunas y un grupo de extrema derecha se encontraban entre los que instaban a la gente a ponerse en contra del presidente.
Más de 1,000 manifestantes se reunieron en Boise antes de que llegara Biden para expresar su descontento con su plan de coronavirus, las elecciones y otros temas.
La Casa Blanca está tratando de dar la vuelta después de un mes difícil dominado por una retirada caótica de Afganistán y la variante emergente “Delta” del COVID-19 que ha trastornado lo que el presidente esperaba marcaría un verano en el que la nación finalmente quedara libre del coronavirus.
Biden reconoció que sus cifras de encuestas han caído en las últimas semanas, pero argumentó que su agenda es "abrumadoramente popular" entre el público. Dijo que espera que sus oponentes republicanos lo ataquen en lugar de debatirlo sobre los méritos de su plan de gastos.
Además de la oposición republicana en el Congreso, Biden necesita superar el escepticismo de dos demócratas centristas clave en un Senado estrechamente dividido. Joe Manchin, de West Virginia y Kyrsten Sinema, de Arizona han expresado su preocupación por el tamaño del paquete de gastos de $ 3.5 billones.
Manchin dijo el domingo: "No puedo apoyar $ 3.5 billones", citando su oposición a un aumento propuesto en la tasa de impuestos corporativos del 21% al 28% y un vasto gasto social nuevo previsto por el presidente. Manchin también se quejó sobre el proceso y dijo que se siente apresurado.
En California, Biden pareció responder a quienes estaban preocupados por el tamaño del plan, diciendo que el costo "puede ser" de hasta 3.5 billones de dólares y se distribuiría a lo largo de 10 años, un período durante el cual se espera que la economía crezca.
El Senado de 100 miembros está dividido equitativamente entre demócratas y republicanos. Dada la sólida oposición del Partido Republicano, el plan de Biden no puede ser aprobado por el Senado sin el apoyo de Manchin o Sinema.
Las disposiciones climáticas en los planes de Biden incluyen incentivos fiscales para energía limpia y vehículos eléctricos, inversiones para hacer la transición de la economía desde los combustibles fósiles hacia fuentes renovables como la energía eólica y solar, y la creación de un cuerpo climático civil.
En junio, la administración Biden estableció una estrategia para hacer frente a la creciente amenaza de incendios forestales, que incluía contratar más bomberos federales e implementar nuevas tecnologías para detectar y abordar los incendios rápidamente.
El mes pasado, el presidente aprobó una declaración de desastre para California, proporcionando ayuda federal para los condados afectados por los incendios de Dixie y River. Además, emitió otra declaración de desastre para el estado justo antes de la visita del lunes dirigida a las áreas afectadas por el Incendio Caldor.
