Este abril debería verse muy diferente al anterior para los casi 40 millones de residentes de California, con un nuevo plan del gobernador que acelerará la reapertura un año después de que impuso el primer cierre estatal por coronavirus en el país.
El próximo mes, casi todo el estado podría ver el regreso de los restaurantes en el interior, la reapertura de cines y otros negocios bajo techo, muchos más niños en las aulas y compitiendo en deportes, tal vez incluso fanáticos en las gradas para el Día Inaugural de las Grandes Ligas.
"Es importante que comencemos a volver al trabajo y la recuperación", dijo Emilie Cameron, directora de asuntos y desarrollo del distrito de Downtown Sacramento Partnership, que representa a las empresas en la ciudad capital de California.
El condado de Sacramento se ha quedado atascado en el nivel de reapertura más restrictivo del estado, manteniendo los restaurantes, gimnasios y museos cerrados para el servicio en interiores junto con otras restricciones comerciales. California utiliza un sistema codificado por colores de cuatro niveles para dictar cómo deben operar las empresas y las escuelas; el violeta es el más restrictivo, el amarillo el menos.
El ritmo más rápido de reapertura está vinculado a un nuevo plan para vacunar a los residentes más vulnerables de California. Una vez que 2 millones de personas en 400 códigos postales en los vecindarios más desfavorecidos reciban al menos una dosis de vacuna, será más fácil para los condados salir del nivel más restrictivo del estado.
Ese umbral podría alcanzarse en dos semanas. Una vez que se vacunen 4 millones de personas en esos vecindarios, los condados podrán abrirse aún más.
Todo coloca a California en una posición drásticamente diferente a la de hace un año, cuando el gobernador Gavin Newsom impuso la orden estatal de quedarse en casa que restringía los viajes, cerraba negocios y obligaba a millones de personas al desempleo. California todavía tiene una de las restricciones más severas de cualquier estado y continúa desalentando a los visitantes de otros estados.
Incluso cuando Newsom describió las nuevas políticas el jueves, adoptó un tono más cauteloso que optimista, instando a los californianos a comenzar a usar dos máscaras.
"No podemos reabrir nuestra economía hasta que dejemos atrás esta pandemia de manera segura", dijo el gobernador demócrata desde un sitio de vacunación en Stockton.
Aún así, la situación del coronavirus en California ha mejorado a una velocidad vertiginosa. La tasa de personas que dan positivo por la infección ha caído al 2,1% en la última semana, el nivel más bajo de la pandemia.
Las hospitalizaciones que alcanzaron un máximo de casi 22,000 a principios de enero se han reducido a 4,500 ahora y se prevé que caigan por debajo de 500 en todo el estado a principios de abril, según los modelos estatales. De manera similar, los modelos predicen solo 125 pacientes de la UCI en un mes.
Los modelos muestran que las muertes, que van a la zaga de otros indicadores, continúan aplanándose, pero se proyecta que otras 4,800 personas perderán la vida para fin de mes. Ya han muerto más de 53,000 personas, el mayor total del país.
Al concentrar el 40% del suministro de vacunas del estado en los vecindarios más vulnerables, los funcionarios estatales esperan limitar aún más las hospitalizaciones y muertes y permitir que el estado retroceda lentamente hacia una economía menos restringida.
Las nuevas métricas facilitarán que los principales condados del sur de California, como Los Ángeles, Orange y San Diego, reduzcan las restricciones. San Francisco y varios otros condados del Área de la Bahía ya se encuentran en el "nivel rojo" menos restrictivo donde algunas empresas pueden reabrir para servicios interiores.
La Dra. Monica Gandhi, experta en enfermedades infecciosas de la Universidad de California en San Francisco, calificó la acción de Newsom como inteligente y dijo que el estado tenía poca justificación en primer lugar para restringir las actividades al aire libre.
En diciembre, Newsom impuso una nueva orden de quedarse en casa que cerró incluso las cenas al aire libre durante varias semanas en medio del peor aumento del estado, y solo aprobó la reanudación de la mayoría de los deportes juveniles y recreativos al aire libre el mes pasado.
"Tenemos que abrir la economía, el daño colateral de los cierres es asombroso", dijo Gandhi. "Se puede argumentar que California nunca debería haber restringido nada afuera durante estos tiempos en los que estaban cerrando parques y terrenos y todo eso".
Newsom ha pagado un precio político por su manejo del virus. Su popularidad ha caído recientemente y un esfuerzo de destitución se está acercando a la marca necesaria para dar a los votantes la oportunidad de despedirlo a finales de este año.
En el pasado, Newsom se ha enfrentado a críticas por no informar a los legisladores y grupos empresariales sobre sus planes de reapertura y cierre antes de anunciarlos. Pero esta vez se movió rápidamente para mostrar un respaldo generalizado a los últimos cambios, compartiendo declaraciones de apoyo de la Asociación Médica de California, la Asociación de Restaurantes de California, la Asociación de Condados del Estado de California y los caucus legislativos latinos y negros, entre otros grupos.
Francesca Schuler, miembro de la junta asesora de California Fitness Alliance, dijo que los gimnasios y los propietarios de gimnasios están "entusiasmados" con la posibilidad de un movimiento más rápido al nivel rojo que les permitirá tener un 10% de capacidad en el interior.
California ha sido el estado más restrictivo en cuanto a los gimnasios, dijo, lo que obligó a muchos a cerrar y limitó las opciones de ejercicio para el público.
"Es una gran cosa abrir de manera segura", dijo. "Nuestra frustración es que ayuda, pero no resuelve el problema de que la salud pública básicamente dice que el ejercicio en interiores no es esencial y otros 49 estados han utilizado la ciencia y los datos para modificar su punto de vista".
Mientras tanto, los grupos de viajes y turismo criticaron a Newsom por no emitir pautas sobre eventos y convenciones comerciales, que generan ingresos significativos.
"Todos los días estoy hablando por teléfono con alguien que intenta convencerlos de que no cancelen y se lleven su negocio a otro estado", dijo Steve Goodling, presidente y director ejecutivo de la Oficina de Visitantes y Convenciones del Área de Long Beach, en un comunicado.
“Necesitamos que el gobernador proporcione pautas para indicar a nuestros clientes que California algún día estará abierta para albergar eventos. Queremos los empleos y los ingresos aquí en California, no en otros estados”.
